Cómo encontrar el mejor posicionamiento de cabeza

Aunque sabemos que la sedestación y el posicionamiento comienzan en la pelvis, es habitual intentar posicionar la cabeza del usuario y/o los componentes de soporte para la cabeza cuando vemos que ésta no está perfectamente alineada. Los reposacabezas y sus componentes son piezas fundamentales del sistema de asiento. Por lo tanto, es crucial dedicar el tiempo y la consideración adecuados a la selección de estos elementos como parte del proceso de evaluación. Esta guía tiene como objetivo asistir a los equipos especializados en la prescripción de tecnología de rehabilitación compleja (TRC) para encontrar la posición óptima y, en consecuencia, el dispositivo de soporte más adecuado para posicionar correctamente la cabeza del paciente.

Antes de pedir el soporte para la cabeza

Qué hacer:

• Antes de realizar un pedido, es fundamental realizar una valoración exhaustiva del paciente. No sólo los parámetros y las medidas, sino también toda la información subjetiva será de gran ayuda (posición de la cabeza, poco control de la saliva, dificultad para respirar, dolores de cabeza, etc.).

• Empieza siempre por la pelvis, luego el tronco y, por último, las extremidades inferiores y superiores. Sigue este orden en posición supina y/o sentada.

• Determina si la persona necesita una acomodación o corrección de la postura. Puede que necesite una combinación de ambas actuaciones.

• Simula la posición de la cabeza con tus manos. Esto te ayudará a determinar el movimiento activo, la cantidad de soporte requerida, la posición y el tamaño de los soportes laterales y/o soportes anteriores si son necesarios.

• Una vez determinada la mejor posición que podemos conseguir de la cabeza, revisa las opciones de equipamiento con otros miembros del equipo. Identifica el soporte para la cabeza y los componentes que mejor repliquen la simulación de tus manos y satisfagan las demás necesidades identificadas por el equipo.

• Establece objetivos realistas. Puede que no sea posible corregir una postura concreta, pero la mejora de la deglución, la respiración o el campo visual son grandes resultados que aumentarán la función y la calidad de vida del paciente.

A tener en cuenta:

• Los problemas visuales suelen malinterpretarse o diagnosticarse erróneamente. Consulta a un especialista si fuera necesario.

• Para usuarios con o sin asimetrías flexibles, busca posturas correctivas que permitan alinear el tronco y la cabeza.

• Para usuarios con asimetrías no reducibles, busque una postura personal que respete las asimetrías.

• Ten en cuenta la estética. Si el soporte para la cabeza es demasiado voluminoso, utiliza demasiados accesorios o simplemente es poco atractivo, lo más probable es que el usuario o el cuidador no lo utilicen como es debido.

• Busca la causa, no el síntoma. Los síntomas más comunes son: cabeza hacia abajo, hiperextensión del cuello y babeo excesivo. Profundiza y averigua cuál es la causa de estos síntomas. La falta de fuerza en el cuello, las posturas desviadas en la pelvis o el tronco y las deficiencias visuales son ejemplos de causas que debemos abordar.

• Los usuarios con afecciones progresivas pueden necesitar soporte adicional con el tiempo. Asegúrate de elegir un reposacabezas con hardware compatible para poder montar componentes como almohadillas latero faciales, soportes anteriores, etc. cuando sea necesario.

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Durante la entrega del soporte para la cabeza

Qué hacer:

• En las sillas de ruedas con basculación eléctrica o manual, bascula la silla todo lo posible y abate los soportes laterales de tronco y los reposabrazos. Transfiere al usuario y coloca la pelvis en la posición más neutra, lo más cerca posible del respaldo.

• Como se recomienda en la sección anterior "Antes de pedir el reposacabezas", posiciona primero la pelvis, luego el tronco y luego las extremidades inferiores/superiores, después posiciona la cabeza en la mejor posición posible.

• Utiliza la basculación y reclinación según sea necesario. Cada silla de ruedas ofrecerá diferentes mecanismos para hacerlo: actuadores eléctricos o basculación/reclinación manual. Familiarízate con el equipo y aprovecha estas funciones.

• En el plano sagital, determina el ángulo más beneficioso entre el muslo y el tronco y el ángulo de la cabeza.

• En general, busca la posición más funcional, incluso si eso significa una desviación de una alineación perfecta.

• Revisa los objetivos establecidos al inicio del proceso y busca no sólo progresos en la postura, sino también en áreas como la respiración, el estado de alerta, la comunicación, el aprendizaje, la comodidad y la tolerancia a la sedestación.

A tener en cuenta:

• Comprueba el ángulo muslo-tronco y aumenta la extensión del tronco según sea necesario para encontrar la posición en la que la cabeza del paciente está más estable. Esto facilitará la respiración, la deglución, el campo visual, etc.

• Ve siempre de menos a más. Intenta utilizar el mínimo de componentes necesarios. Asegúrate de que cada componente tiene una función. Al colocar el soporte craneal y sus componentes, evita la presión directa sobre la zona temporal, ojos, apófisis mastoides y mandíbula.

• Es primordial recibir la opinión del usuario y realizar los ajustes necesarios. Dependiendo de la capacidad de comunicación del usuario, puedes recopilar esta información de forma verbal y/o no verbal. Presta mucha atención a las señales no verbales, como un aumento del trabajo respiratorio o una disminución de la presencia de tono muscular.

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Tras la entrega del soporte para la cabeza

Qué hacer:

• Durante una visita de seguimiento, vuelve a evaluar siempre la posición general. Busca cambios en otras zonas que puedan afectar a la posición de la cabeza.

• Toma fotografías, si está permitido, para hacer un seguimiento de la evaluación del usuario.

• Revisa los objetivos establecidos al principio del proceso, y observa no sólo los progresos en la posición, sino también en aspectos como la respiración, el estado de alerta, la comunicación, el aprendizaje, la comodidad y la tolerancia a la sedestación.

• Reevalúa los objetivos, introduce los cambios necesarios y establece nuevos objetivos si es preciso.

A tener en cuenta:

• A veces las mejoras en la posición pueden resultar imperceptibles, pero han mejorado los niveles de fatiga, respiración, dolor, etc. Todo esto también es una mejora.

• Mantener la posición más funcional de la cabeza es un proceso dinámico que necesita evaluaciones periódicas. No tengas miedo de hacer cambios y probar nuevas estrategias si tu paciente lo necesita.

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