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Mantenimiento y modificaciones: dos factores clave a tener en cuenta cuando se trabaja con cojines para sillas de ruedas con fluido. El mantenimiento es sencillo. Las modificaciones son múltiples. Entremos en materia.
Cojines con fluido
Empecemos por definir qué es un cojín con fluido. Los cojines con fluido tienen una base de espuma (arriba a la izquierda) para proporcionar soporte y estabilidad a los fémures y una hondonada o cavidad contorneada en la que se asienta una bolsa de fluido (arriba en el centro) para proporcionar control de la presión en la zona de la pelvis. La funda del cojín proporciona la capa final de protección contra la presión (arriba a la derecha).
El fluido de la bolsa es un fluido no newtoniano, como la vaselina, mientras que un fluido newtoniano tiene mayor fluidez, como el agua o el aire. Algunas personas llaman erróneamente a un cojín de fluido cojín de "gel". No es lo mismo. Mientras que el gel es un material semisólido1 , el fluido permite la inmersión en el cojín y se desplaza alrededor de las prominencias óseas para distribuir la presión.
Mantenimiento
Muchos manuales de instrucciones de cojines recomiendan realizar una limpieza y un mantenimiento mensuales para prolongar la vida útil del cojín. El mantenimiento de un cojín con fluido es sencillo. En primer lugar, hay que comprobar si la funda está rasgada o excesivamente desgastada y en ese caso habría que sustituirla. A continuación, hay que inspeccionar la bolsa de fluido en busca de pinchazos u otras anomalías. Si la bolsa de fluido se nota más firme en una zona, bastaría con masajear el fluido hasta que recupere su consistencia original (o ponerse en contacto con el distribuidor local autorizado donde se adquirió el cojín). Asimismo, habría que comprobar la base de espuma para asegurar la consistencia de la espuma.2
Al realizar el mantenimiento mensual, es una buena idea masajear la bolsa de fluido para garantizar una distribución uniforme del fluido por toda la bolsa. Se tarda menos de un minuto en hacerlo, y puede realizarse tanto si la funda del cojín está puesta como si no. Algunas personas realizan este masaje a diario, o incluso antes de cada transferencia al cojín para garantizar la distribución uniforme del fluido y evitar que se produzca el efecto de "tocar fondo". Este fenómeno se produce cuando hay menos de 1,25 cm de fluido bajo los huesos en sedestación y puede solucionarse modificando la cantidad de fluido, por ejemplo, con una bolsa “overfill” (con más fluido).
Modificaciones
Puede solicitarse una modificación de la cantidad de fluido de la bolsa. Esto afectará a la posición de la pelvis dentro de la hondonada y a la distribución relativa de la carga a través de los fémures. Por ejemplo, una persona con atrofia muscular en los glúteos puede beneficiarse de una bolsa “Overfill” (con más fluido) para evitar "tocar fondo". En este caso, el volumen de fluido adicional representa un reemplazo para el tejido que le puede faltar a la persona. El volumen de fluido adicional evita el "tocar fondo" (siempre que se realice un mantenimiento adecuado de la bolsa de fluido) y ayuda a garantizar que la carga se distribuya uniformemente a lo largo de la longitud de los fémures y en la base de espuma.
En el extremo opuesto del espectro, encontramos una persona con mucho exceso de tejido adiposo en las nalgas, que puede beneficiarse de una bolsa “Underfill” (con menos fluido) si sus fémures no están totalmente apoyados en la base de espuma. Con una bolsa de fluido standard en este ejemplo, la persona con exceso de tejido puede estar posicionada "encima" de la hondonada, con carga a través del aspecto distal de los fémures. Una cantidad menor de fluido puede facilitar una inmersión óptima de la pelvis en la hondonada del cojín y una distribución óptima de la presión a lo largo de los fémures.
Otra modificación disponible para las bolsas de fluido es la opción de sellado térmico para evitar la migración de fluido entre segmentos. Las bolsas de fluido están segmentadas para reducir la tensión en la superficie y permitir una inmersión óptima en el fluido. Sin embargo, puede producirse la migración de fluido entre segmentos. Para controlar la migración del fluido, se puede realizar un sellado térmico en la zona con más riesgo de lesiones de la piel, como la zona sacra.
Por último, otra modificación que puede solicitarse para las bolsas de fluido es el Overfill o Underfill para oblicuidades. Esto altera el volumen de fluido en un lado del cojín para abordar las necesidades de posicionamiento de una oblicuidad pélvica. Si una persona necesita más volumen de fluido para evitar tocar fondo en un lado del cojín, se debe utilizar una bolsa Overfill de oblicuidad. La bolsa de fluido Underfill para oblicuidad se utiliza con menos frecuencia, pero sigue siendo una opción para aquellas personas que lo necesitan para permitir una inmersión y un posicionamiento óptimos de la pelvis cuando hay un exceso de tejido y también una oblicuidad pélvica.
Resumen
Los cojines con fluido son un gran aliado para el control de la presión, ya que permiten que se produzca la inmersión de las zonas de riesgo. En algunas personas, puede ser necesario modificar la bolsa de fluido para obtener resultados óptimos. Se recomienda a todos el mantenimiento del cojín de fluido para prolongar su vida útil.
Escrito originalmente por Sheilagh Sherman y publicado el 30 de marzo de 2022.